Estos acueductos,fueron construidos por la cultura Nazca para compensar la sequía del clima, extraían aguas subterráneas para regar la tierra, y todavía están en funcionamiento hoy en día. Se puede observar el interior de las trincheras, de 3 a 6 metros de profundidad, cuando se entra por las ventanas que se abren en las estrechas y húmedas escaleras de caracol. La experiencia es impresionante: es un viaje al corazón de la tecnología de civilizaciones de miles de años de antigüedad que han resistido la prueba del tiempo, y todo lo demás...